Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 1 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, Y me siguen, Juan 10:27 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Paul D. Norcross

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 2 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor � Copyright 1997, 2006 (Espanol) - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. El copiar de este libro por ganancia privada o comercial es prohibo a menos que un permiso escrito esté previamente recibido del autor. Citaciones cortas de unas oraciones usadas por estudios pequeños no por ganancia son bien promovidas y no permiso escrito está requerido en tales casos. Las Escrituras citadas son de la Versión Reina-Valera 1960 a menos que esté notado. El diminutivo por las referencias satánicas es al propósito; él está debajo de los pies de los que son dirigidos por medio del Espíritu del Dios Viviente. Citaciones Escriturales que son marcadas (NVI) son de la Santa Biblia: Nueva Versión Internacional y usadas con permiso�. NVI�. Todos derechos reservados.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 3 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Dedicación He dedicado este libro a mis muchos maestros en el Señor. Primero y ante todo está mi Señor y Salvador, Jesucristo, quien aún es el Maestro. Después de Él, debo profundas gracias a mis padres, Marian y Edmund, a mi esposa Rita y a tantos otros hombres y mujeres de Dios que tan amorosamente y pacientemente me ayudaron a crecer para oír Su voz. Finalmente, y con gran gozo, dedico este libro a todos aquellos que anhelan conocer el placer y el tesoro de cenar a la mesa del Señor, en la presencia del Rey. Que pueda ser una contribución para ayudar a la gente de Dios a vencer y a ser invitada a sentarse con el Señor en Su trono (Apocalipsis 3:21).

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 4 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Reconocimientos Ciertamente, este libro ha sido una labor de amor. No me puedo imaginar asumir este proyecto sin la guianza amorosa del Señor, Su sabiduría y liderazgo. Él ha trabajado en tantos maravillosos amigos ministros, sin cuyo sabio consejo y diligentes esfuerzos en editar, evaluar y darse a sí mismos, este libro no podría haber sido escrito. Que el Señor Jesucristo, nuestro Rey, les recompense a todos abundantemente.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 5 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Contenido Prólogo 6 Introducción 7 SECCIÓN I: Jesús está tocando-¿Le abrirás la puerta? 1 Cómo aprendí a oír la voz del Señor 14 2 Cómo el Señor puede edificar Su iglesia a través de ti 21 3 El antídoto para la iglesia tibia 27 4 Morando en Él: Cómo chequear tu pulso 40 SECCIÓN II: Comiendo maná de la mesa del Señor 5 ¿Hijo, quisieras más maná? 45 6 Comiendo el pan de vida: Cómo ministrar al Señor 54 7 Desarolla confianza en Su voz 66 8 Volviéndose mejores amigos con el Señor 79 SECCIÓN III: El Señor conoce el camino 9 Decepción vs. Revelación: Cómo discernir la diferencia 86 10 ¿Cómo pueden ser demonizados los creyentes? 97 11 El camino del Señor 105 12 Diez lecciones del Espíritu Santo 120 Acerca del Autor 126 Notas Finales 127

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 6 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Prólogo El cristianismo no es un conjunto de reglas y doctrinas, sino una relación viviente en verdad y amor con nuestro Padre, Su Hijo nuestro Señor y el Espíritu Santo. Uno de los grandes deseos de nuestro Señor es tener comunicación íntima con cada hombre, mujer y niño de Su iglesia. En Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor, Paul demuestra verdades escriturales concerniente a nuestra relación con el Señor y escuchar Su voz. Adicionalmente nos conduce a través de su propia experiencia para ilustrar la naturaleza práctica de estas verdades y ayudar a los cristianos a escuchar la voz del Señor, conocer sus planes para sus vidas y ayudarles a ver su lugar en el cuerpo de Cristo. Como en todas las cosas del Espíritu, nuestra carne tratará de argumentar contra las enseñanzas en estas páginas. La carne dirá, “Es demasiado fácil para ser cierto” o “Todavía no soy lo suficientemente bueno.” Pero el Señor claramente desea una relación íntima con Su pueblo y tal relación está disponible para todos nosotros. Cenando a la mesa del Maestro es sencillo, refrescante y exhortativo para aquellos que desean caminar con el Señor, disfrutando de Su presencia en sus vidas. Tal como se revela en las páginas de este libro, no hay atajos, ni ninguna comparación con el placer de Su compañía alrededor de Su mesa. Steve Strzepek

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 7 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Introducción Mutsuko Yoneda no podía ignorar la voz del Señor por más tiempo. Por tres meses Él la había estado urgiendo para que dejara la ciudad y se fuera a las colinas. Dentro de su espíritu, la insistencia del Señor fue tan fuerte que ella sabía que no debía de hacer más dilación. Mursuko envolvió a sus niños y le explicó a su cuñada, quien también era su empleada lo que el Señor le había dicho. Esa noche ella se encontró acampando muy lejos en las montañas. A la mañana siguiente, la ciudad de Hiroshima, Japón ya no existíai. Confiando en la voz del Señor Mutsuko había aprendido a confiar en la voz del Señor. La reconocía porque había aprendido a desarrollar una relación con el Señor y había elegido obedecerle. También había otros cristianos en Hiroshima. El Señor no hace acepción de personas (Romanos 2:11; Efesios 6:9). Ciertamente Él trató de hacerse oír por cada uno de sus hijos. Algunos de ellos no escucharon. Proverbios 3:5-6 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. La palabra “fiar” incluye un sentido de “confidencia en.” Cuando nosotros confiamos en el Señor, nosotros compartimos nuestro corazón con Él. Para que el Señor dirija nuestros pasos, debemos estar dispuestos a escuchar. Muchos cristianos traen sus problemas al Señor, y la ansiedad de su preocupación no les deja oír Su dirección, advertencias, enseñanzas y consejos. Preocupación con nuestro ego en vez de preocupación con alabanza y adoración, produce resultados anémicos. Un corazón centrado en el “yo”, ora el problema. Pero un corazón encendido en adoración, continuamente alaba a Dios por Sus soluciones y obtiene resultados. Un corazón que está morando en sus problemas, los pone más alto que a Dios, más en alto que Su habilidad para resolverlos. Esto es el resultado del orgullo, no de la humildad. Por el otro lado, un corazón lleno de alabanza es un corazón humilde. Dios resiste al orgulloso. Su gracia está con el humilde (I Pedro 5:5-6). La gente que viene a Él de acuerdo sus estándares (alabanza y acción de gracias), y no en sus propios estándares (enfocados en sí mismo y sin agradecimiento), son aquellos quienes Él les da más gracia. Por favor no malinterpretes-¡Dios oye el clamor de Su pueblo! Es simplemente que Su voz y amante corazón son capaces de penetrar a los corazones preparados con alabanzas. Así que ¿Cómo puede un cristiano comenzar a edificar su relación con el Señor de tal manera que pueda aprender cómo Él trabaja dentro de su espíritu? Pablo lo hizo pasando

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 8 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor sus primeros tres años después de su conversión “a solas con el Señor en Arabia.” Jesucristo aprendió cómo nuestro Padre trabajaba dentro de Él durante sus 40 días en el desierto. El Señor nos enseña el camino a la medida que nosotros aprendemos a caminar junto a Él. Caminando junto a Él La mejor manera que yo conozco para comenzar a caminar junto a Él es pasar tiempo a diario alabando y adorando al Padre. Cuando tú confiadamente vengas a Él, te sorprenderás de la profundidad de tu relación con Jesús, y toda la dirección que Él te dará. Salmos 100:4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Entrar por Sus puertas y por Sus atrios se refiere a llegar a lo más íntimo de su santuario, donde Dios vivía en el Antiguo Testamento. Una vez al año, el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo para tener comunión con Dios. Si el sacerdote entraba con pecado e impureza, no sobreviviría. Sería matado. Hoy, como resultado de nuestra confesión de Jesucristo como nuestro Señor1, somos su habitación2 y podemos tener una audiencia con Él. Pero no muy a menudo tendremos compañerismo con Él si no entramos precedidos por acción de gracias, alabanza y arrepentimiento por nuestros pecados. Hoy en día, nuestra ofrenda es la alabanza de nuestros labios.3 La alabanza que brota de un corazón agradecido abre el acceso al compañerismo con el Señor. Él hablará mucho en la quieta adoración de nuestro espíritu. Mateo 7:18-25 contiene verdades serias para los cristianos que no han aprendido a escuchar la voz de Jesús nuestro Señor, y de nuestro Padre celestial. Mateo 7:21-25 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 1 Romanos 10:9-10-que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 2I Corintios 6:19-¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Efesios 2:21-22-en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. 3Hebreos 13:15-Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 9 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pasando tiempo con el Señor ¿Cómo vamos a escuchar lo que Él dice y hacerlo si no pasamos tiempo junto a sus labios? ¿Cómo le conoceremos (conocerle literalmente por experiencia) de tal manera que Él no pueda decir “nunca te conocí”-nunca tuve una relación activa y en crescendo contigo-si no estamos teniendo, regularmente, tiempo cenando a la mesa del Maestro? El mismo pensamiento se expresa en la respuesta inspirada de Pedro al hombre de Israel que se maravilló ante la sanidad milagrosa en la puerta La Hermosa en Hechos 3. Hechos 3:19-24 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, Y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vosotros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo. Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. Yo solía leer estos versículos del discurso de Pedro y asumía que fueron cumplidos solamente durante la vida de Cristo sobre la Tierra, antes de Pentecostés. Pero notemos el versículo 21, referente a la restitución (apocatástasis, significando “restaurar a un estado anterior”ii) de todas las cosas. Puesto que esta restauración no ha ocurrido todavía, estos versículos en Hechos 3, claramente están esperando ser cumplidos aún hoy en día. Mi punto es éste-Jesús les está hablando aún a los creyentes, y nosotros debemos de escuchar Su voz hoy en día. Debemos de escuchar Su voz hoy, cualquiera que sea lo que Él dice y no solamente a través de Su Palabra de las Escrituras. Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Tal vez has conocido estos principios y personalmente has visto los beneficios de aplicarlos en fe en el pasado, pero de alguna manera el fuego se ha apagado. Las rutinas y los ajetreados horarios que uno enfrenta en el trabajo, todo ello trabaja en contra de

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 10 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor pasar tiempo a solas con el Señor. ¡Por supuesto que así es ¡satanás se encarga de que así sea! ¿Pues qué podemos hacer al respecto? Tú puedes encender un fuego con la ayuda del Señor Durante el tiempo de frío, lo primero que hago cuando me despierto, es ir al sótano y reavivar la calefacción. La leña ha estado ardiendo toda la noche y se necesita agregar madera nueva a la estufa, Pero antes de que la leña nueva se encienda, a veces se necesita sacar las cenizas y comenzar con un encendido moderado y en seco. Podría ser necesario soplar para encender la leña nueva y comenzar la ignición. En otras palabras, hay que esforzarse para que comiencen a aparecer las llamas. Los pocos carbones encendidos que han quedado, no producen mucho calor. Tenemos que trabajar con el Señor todos los días para mantener nuestro fuego ardiendo. Algunos de nosotros andamos con una estufa fría antes de que finalmente nos demos cuenta de cual es la razón por la que nos sentimos distantes del Señor. Algunos añadirán un montón de llamadas telefónicas a confidentes espirituales. Otros sacudirán sus pies y notarán que su temperatura espiritual está decayendo. Ellos tratarán de subir su temperatura mediante leer testimonios incontables, o tratarán de autoencenderse por medio del fuego de alguien más, asistiendo a incontables seminarios. Notarán el frío aliento y se preguntarán a donde se fue el fuego del Señor. Todo a consecuencia de que se olvidaron de encender su propio corazón estando en compañía de Él cada mañana. Para hacer que las llamas aparezcan, necesitamos usar buena madera, sazonada con una humilde confesión de pecados (I Juan 1:9), y colocarla gentilmente con alabanza y adoración. Necesitamos soplar las llamas-tal vez gentilmente o tal vez fervorosamente-de acuerdo a la guianza del Señor, y necesitamos refrescarnos a nosotros mismos en el calor de Su llama a medida que el fuego se apaga. Curiosamente, con mi estufa de madera, necesito reavivarla cada mañana si espero tener calor para todo el día. Jesús lo hizo. ¿No debemos nosotros hacer lo mismo? Marcos 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Dios no te va a golpear en la cabeza para decirte cosas. Él aguarda el calor apacible de tu encendido corazón. Él no le gritó a Moisés, a Abraham o a Samuel. En lugar de eso, atrajo a Moisés por medio de la zarza encendida. Moisés se quitó el calzado y puso atención. Abraham pudo permanecer en Harán en el confort de los negocios de la familia, y Samuel pudo darse vuelta y volverse a dormir cada vez que escuchaba la voz del Señor. Ananías podría haber continuado con sus propios negocios e ignorado el llamado del Señor de ir y ministrar al futuro apóstol Pablo. Mutsuko Yoneda no solamente se despertó una mañana para escuchar al Señor hablándole. Todas estas personas habían construido una relación progresiva con el Señor, haciendo de Él su mejor amigo. En el proceso, habían aprendido a confiar en Su voz. Tal confianza

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 11 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor no se obtiene por medio de visitas ocasionales. La confianza viene a través de una relación que se va estableciendo por medio de un frecuente compartir con Él de corazón a corazón. ¿Por qué no frecuentas el fuego amigable de Jesús? Conociéndole Juan 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, Aquí en Juan 10:27, la palabra para “conocer” es la misma que se encuentra en Mateo 7:23. Implica conocer por experiencia; tener una relación. Aquellos que no conocen el sonido de la voz del Jefe Pastor no tienen una relación lo suficientemente desarrollada con Él. El resultado común es un fuego de baja intensidad, leños que sólo están tibios. Las ovejas deben oír la voz del Pastor. Todos somos tentados por estilos de vida en donde estamos demasiados ocupados; estilos que limitan nuestros tiempos a solas con el Señor. Añoramos el calor de Su consejo por medio de Su ferviente corazón. Queremos comer una cena completa con Él en Su mesa, pero en vez de eso lo que logramos, si acaso nos sentamos, sólo es un refrigerio. Dios no encenderá este fuego por nosotros-ése es nuestro trabajo todas las mañanas. Pero qué gozo es pasar tiempo a solas con Él en Su presencia y que Él nos ayude con nuestra escasa leña y que la sople a medida que tenemos una relación espiritual diaria. Las palabras que Él comparte en Su altar incluirán aquellas que necesitamos para edificar Su iglesia (Mateo 16:13-19) y evitan que las puertas del infierno prevalezcan contra ella. Así es cómo obtenemos el maná revelado para cada día. Así es cómo vamos a crecer en Él-cenando a Su mesa con Él en su altar. Que Dios siga revelando a Su Hijo en ti cada día, en la medida que tú te acercas a Él en alabanza y adoración, aprendiendo a discernir con certeza el sonido de Su voz en tu espíritu. Responsabilidad ante el Señor Nadie puede cargar el fuego y la responsabilidad de enseñar algo como esto sin tener una dirección específica del Señor. Las consecuencias de malinterpretar el mensaje tanto como lector o como autor son críticas aún si una sola persona es golpeada en su caminar delante del Señor. Ésta es mi mayor preocupación al presentar este material delante del pueblo de Dios. Todos anhelamos estar cada día más cerca de nuestro Señor y Salvador, escuchar el apoyo de Su aprobación, Su instrucción y Su fidelidad como el paciente Hermano mayor, Intercesor, Señor y Juez. Y aún para algunos de sus hijos, el concepto y realidad de una relación íntima con el Maestro puede ser ilusoria. Ante la excitación de un compañero por una revelación del Señor, hay espacio en el corazón para sentirse molesto y decir-¿Por qué el Señor no me habla a mí de esa manera? La respuesta no es que hay favoritismo divino, ya que Dios no tiene favoritos. La respuesta está en el fuego del corazón. El Espíritu Santo te ayudará a subir ese fuego a medida que tú te unas a Él.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 12 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Pero un aviso aparece en el proceso de aprender a escuchar la voz del Señor. No tomar la experiencia de otra persona como tu estándar. Aquello que se presenta como doctrinal en estos capítulos es lo que el Señor me ha dado a mí como lo mejor según mi habilidad y mi entendimiento de las Escrituras. Aunque yo confío en la doctrina y tengo un profundo deseo de crecer aún más en Él, mis experiencias y las de otros presentadas en este libro, necesitan ser vistas sólo como ilustraciones y no como doctrina. Doctrina y experiencia nunca deben mezclarse, ya que presumir que el Señor trabajará con alguien exactamente en la misma forma que trabajó con otro es un camino directo a la frustración. Deja que el Espíritu Santo te guíe. Es para eso que Él ha sido enviado. Se requiere otra consideración con respecto a como Dios elige comunicarse con Su pueblo. La revelación viene de diversas maneras. Para algunos, el Señor se comunica más efectivamente a través de visiones y sueños. Otros encuentran que ellos reciben revelaciones más a menudo mientras van solos manejando su carro o sino en la ducha. Algunos ven claras “fotografías,” mientras que otros han aprendido que la revelación les llega como un conocimiento interior, una especie de certidumbre en su espíritu. Para otros, la revelación se manifiesta como una voz interior, y para otros, aunque menos frecuentemente, es una voz audible fuera de ellos mismos. En este libro no se pretende catalogar las múltiples formas en que Dios puede y se comunica con Su pueblo hoy en día. En vez de eso, es un libro acerca de ser fiel en las citas con el Maestro y al hacerlo, aprender a disfrutar en cenar en franca camaradería alrededor de Su mesa. Las bendiciones obtenidas de tal compañerismo incluyen una mayor comunicación con el Señor a través de que tú escuches Su voz. Por lo tanto, este libro no es acerca de la habilidad y capacidad del Señor en diversidad de formas al azar, penetrando de vez en cuando en medio de tu complicado estilo de vida. En vez de eso, este libro se trata del desarrollo de un estilo de vida en Él; un estilo que se enfoca en venir fiel y periódicamente a Su presencia y participar de la abundante revelación de Su maná, el cual fluye desde allí. Este libro se trata de alcanzar una relación íntima con Él y no sólo una experiencia. Que Dios te bendiga abundantemente a la medida que leas y consideres Su corazón detrás de las páginas de este libro. Mi ferviente deseo es que te ayude a profundizar en la intensidad de tu relación con Aquel que siempre está tocando a tu puerta, Aquel que ansiosamente desea sentarse contigo a Su mesa y compartir los profundos secretos de Su vida y visión para ti diariamente.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 13 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor SECCIÓN I Jesús está tocando-¿Le abrirás la puerta?

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 14 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Capítulo 1 Cómo aprendí a oír la voz del Señor Rita y yo estábamos recién casados en diciembre de 1975. Luego de unas pocas semanas juntos, ella regresó a su escuela de enfermería para el semestre de primavera y yo continué mi entrenamiento en la naval. Durante la primavera, fui asignado como oficial de artillería de una fragata. Rita se unió a mí para re-iniciar vida matrimonial juntos en Norfolk, Virginia en mayo de 1976. Así pensábamos nosotros. El 6 de junio el barco fue asignado para viajar por el Mediterráneo por 6 meses. Oramos hasta ponernos azules de la cara pidiendo al Señor que la misión se suspendiera de alguna manera. Sin embargo, en la fecha establecida, zarpamos y nos dirigimos hacia el canal del puerto por lo que nos parecía una eternidad para recién casados. Luego de unos pocos días de trabajo extremadamente agotador junto con mi división de 20 hombres, mientras observábamos desde el puente por la noche, sentí que moriría espiritualmente si no comenzaba un compañerismo Bíblico a bordo. Le pedí al Señor una persona con quien compartir la Palabra ese día. Por la tarde, un joven marinero y yo hablamos durante mi trabajo en el centro de información de combate del barco. El estaba interesado acerca de lo que el Señor podría enseñarle y establecimos una fecha para que por dos noches seguidas nos reuniéramos a compartir la Palabra de Dios en nuestro tiempo libre. El tiempo pasó y yo no había visto a “Ratón”, cuando se pasó lista a la tripulación en los días siguientes. Cinco minutos después de la hora establecida para reunirnos, él no había aparecido y comencé a preocuparme. Acomodado en el estrecho espacio de mi oficina de artillería, comencé a leer mi Biblia. De pronto, la puerta sonó y entró Ratón con un amigo al cual había testificado después de nuestra conversación inicial. ¡Nuestra primera reunión de camaradería comenzó! Para fines del siguiente año, convirtió este comienzo en tres grupos activos con cerca de 30 maravillosos santos. No todo era rosas. El trabajo ere demandante, y a menudo, duraba 20 horas al día o más, siete veces a la semana. Cada miembro de la fraternidad tenía trabajo que hacer todo el día. Establecer un horario era imposible y rápidamente aprendí a preguntarle al Señor al final de cada reunión cuando debería ser la próxima. Él siempre inspiró una respuesta y era una fecha para la cual todos podíamos asistir. A veces sólo teníamos una reunión por semana. Otras veces, serían cuatro o cinco. Pero al preguntarle, el Señor siempre tenía una fecha. Aprendí por la vía difícil que preguntarle a Él siempre da fruto. Decidir por mí mismo, solamente trajo resultados problemáticos.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 15 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Escuchando Su voz Una noche fue especialmente memorable. Terminé una patrulla sobre el puente a medianoche, pero no me podía dormir. Tenía mucha energía luego de cuatro horas casi continuas de hablar en lenguas mientras realizaba mis obligaciones laborales. En esos tiempos casi siempre el océano estaba tranquilo sin ningún otro barco cercano a nosotros. Era fácil hablar en perfecta alabanza a Dios y orar por mis compañeros hermanos en Cristo que estaban bajo cubierta. Cuando llegó el tiempo de ser relevado, dejé de caminar por los compartimentos superiores y busqué la comunión con el Señor antes de irme a dormir. Encontré un “bollard” y me senté. Un “bollard” es una larga protrución parecida a una cañería que se hierge hacía arriba de la plataforma; va cubierta con una platea acerada de unas 24 pulgadas de alto; se usa para atar líneas de amarras cuando el barco está atracado y atado al muelle. Los “bollards” son posicionados justo a las líneas de borda de cada embarcación y forman un asiento perfecto para visualizar el océano pasando justo al lado. Sentarse en un “bollard” en el mar es similar a la costumbre oriental de sentarse bajo un árbol de roble-es un lugar pacífico para reflexionar en medio de la turbulencia del medio ambiente marino. Aunque por ahora había otros miembros de la tripulación y un oficial que habían nacido de nuevo, no había ninguno a quien yo podía recurrir para consejería espiritual. Pero sentado sobre el “bollard” aquella noche, aprendí algo que nunca olvidaré. Comencé a derramar mi corazón delante del Señor. Extrañaba a Rita, estaba cansado de varias semanas en el mar. Estaba contento pero me sentía decaído. En un punto de mi conversación a Dios, una voz interior me dijo que mirara arriba a las estrellas. Eran bellas y la luna brillaba como nunca la había visto. Con una voz tranquila que yo sabía que no eran mis propios pensamientos, el Señor dijo: “¿Paul, ves las estrellas allí arriba? ¿Ves la luna?” Hizo una pausa y luego dijo: “Las puse allí para ti.” Yo me derretí. Dios me estaba re-asegurando que Él siempre estaba allí y que mi vida era importante para Él. Yo sabía por el Salmo 19:1-6 que las estrellas y los planetas estaban en sus posiciones por el propósito específico de anunciar los planes divinos. Pero nunca había pensado cuán particulares eran para mí y para todos los hijos de Dios. Pero aún más importante, era la primera vez que yo claramente sentí la voz del Señor para mí. Hasta este día, aun cuando hoy paso tiempo con el Señor todos los días y atesoro Su voz para mí tanto como lo hice aquella noche, este incidente todavía está entre los recuerdos más preciosos del amor que Dios tiene para mí. En Mateo 10:30 y Lucas 12:7 las Escrituras declaran que el Padre tiene numerados los cabellos de nuestras cabezas. ¿Podrá Él tener menos interés acerca del gozo y del fuego en nuestros corazones?

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 16 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Salmos 139:1-10 OH Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está mi palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás.. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. El impacto de la oración ¡Aprendí a orar aun por las cosas inanimadas funciona! Por ejemplo, mi antecesor sobre la división de artillería tenía un apodo-“Teniente Boomclick.” Frecuentemente, cuando el cañón de proa de 5 pulgadas era disparado, un mini switch podría fallar y la ronda nunca dejaría el barril. Cuando todos esperábamos el disparo con un fuerte “boom,” a menudo el único sonido que se escuchaba era un “clic.” Siempre, desde que el barco era nuevo sólo había disparado en los ejercicios competitivos, con un récord entre los 60 y los 70 en una escala de 100 puntos. Cuando tomé el mando, el mismo control de fuego y personal de mantenimiento de artillería estaban allí. Pero la cosa diferente que hice fue orar. Desde mi estación de batalla en lo alto de la embarcación directriz de radar, podía mirar para abajo al cañón delantero y orar en lenguas para que el sistema trabajara adecuadamente y disparara con exactitud. Nuestro récord subió. De allí en adelante, cada vez que competimos en los ejercicios anuales de la embarcación, nuestro promedio fue de 95-casi perfecto. La única diferencia fue la oración y la alabanza a Dios. Nunca comprendí completamente el impacto de la oración hasta años más tarde, cuando como teniente comandante en la reserva, estuve estacionado por dos semanas de trabajo anual de entrenamiento en la oficina del cuartel general de la flota del Atlántico-la oficina encargada del control de los resultados de los ejercicios de competición de todos los barcos de la flota de la costa oriental. Mientras estuve allí, miré los récords de mi vieja nave. Los registros confirmaban los antiguos bajos récords y los altos récords bajo mi jefatura. Para mí asombro, los registros también evidenciaban como los récords bajaron otra vez cuando tuve que dejar la embarcación para asumir otros deberes. Para este tiempo, ya habrían pasado varios años y la metralleta nunca volvió a tener la misma eficacia como lo hizo bajo la oración. Yo continué aprendiendo a depender de la ayuda del Señor en la oración. Obedeciéndole a Él Eventualmente, la nave recibió un nuevo comandante en jefe. Para esta fecha, yo había sido movido a un nuevo trabajo a bordo, pero la fraternidad continuó creciendo, Para

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 17 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor entonces habían sucedido suficientes milagros entre los miembros de la tripulaciónsanidades, drogadictos dejando sus hábitos y viniendo al Señor, trabajadores haraganes convirtiéndose en modelos de asistentes de oficiales etc.-que la fraternidad era bien conocida en todo el barco. El anterior comandante era un maravilloso hombre quien apoyó fuertemente la fraternidad una vez que vio los resultados. Hasta asistió una vez a un servicio y salió con lágrimas en los ojos. Cuando el nuevo comandante se hizo cargo, las cosas cambiaron casi inmediatamente. El nuevo capitán me ordenó dejar de andar formando fraternidades cristianas a bordo del barco. Así que tuve que hacerlo “en lo secreto.” Una noche fui citado a su oficina a las 4 a.m. para discutir un problema sin mayor trascendencia. Luego se llegó a la verdadera razón de la cita. Se me dijo que formar grupos cristianos era ilegal a menos que fuera con su permiso y solamente los domingos. ¿¡Cómo me atrevía yo a formar grupos cristianos en abierta oposición a sus órdenes directas!? Después de amenazarme con una corte marcial por ser desobediente a sus órdenes directas, me retó con una despedida burlona, “¿Por qué no le pregunta a su Dios si no puede tener reuniones cristianas los domingos así como hacen todos los demás en todo el mundo?” Le dije que lo haría y deje su cuarto. Despedido. Dios no es burlado Afuera, en la “bollard” de nuevo. No podía dormir y sentía que mi estómago había sido rasgado. Descorazonado y sin aliento, clamé al Señor en la oscuridad. Observé el tenue brillo blancuzco de las olas afuera de la borda a medida que lavaban a lo largo de la nave. Después de escucharme pacientemente, el Señor empezó a hablar. Su apacible voz interior me aseguró, “Yo te fortaleceré y te levantaré, y no seré burlado.” Dos noches más tarde, sobre el puente, ví al capitán en su silla. Sabía que el Señor esperaba que le comunicara las palabras que me había dicho. Estaba oscuro en la cabina del capitán. Dije: “Perdóneme Capitán.” “¿Qué pasa Teniente Norcross?” replicó. Le dije que había hecho como él me había pedido y que le había preguntado al Señor que porqué no hacíamos reuniones cristianas sólo los domingos tal como él pensaba que debía hacer. Luego dije: “Aquí está lo que el Señor me dijo: Te fortaleceré y te levantaré, y no seré burlado.” El capitán se salió de su silla. De la manera más humilde que yo nunca antes había visto en este hombre tan orgulloso, él dijo con asombro: “¿El Señor le dijo eso?” Continué haciendo las reuniones a bordo de su barco sin repercusiones-al menos no de parte del capitán. Una vez estuvimos en un astillero en Inglaterra. Teníamos programada una clase Bíblica que requería varias horas cada día para completarse. La clase era durante un tiempo en el cual tuvimos que permanecer por un largo período de reajuste en Portsmouth, Inglaterra. Después de una clase, uno de los electricistas vino a mí con una mirada azorada en su rostro. “¿Qué está mal?” le pregunté. Él me preguntó si nada había pasado a las luces en el cuarto de electricidad mientras se daba la clase. Le dije que todo estuvo bien. Dijo

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 18 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor que había apagado los fusibles del cuarto mientras estábamos dando la clase “para jugarnos una broma.” Bueno, los electricistas saben lo que están haciendo con los fusibles. ¡Él estaba asombrado cómo fue que las luces del circuito ni siquiera parpadearon aun cuando los fusibles fueron completamente removidos! Yo me regocijé. Decidí ignorar la acción insubordinante. Ya el Señor le estaba dando convicción a él. Aprendiendo a no decepcionar a Dios Una tarde habíamos anclado en el Golfo de Solum en las afueras de la costa de Libia. Era un punto relativamente alto en aguas internacionales en las cuales tanto los navíos de la Unión Soviética como los nuestros, solían anclar para hacer reparaciones y para mantenimiento de los barcos. A una milla a estribor nuestro, ancló otro destroyer de nuestro escuadrón. Este barco tenía al comandante de escuadrón a bordo, un almirante que había sido invitado a visitar nuestro barco ese día. Pero había un problema. Los helicópteros de ambos barcos estaban fuera de uso por mantenimiento y el mar estaba muy agitado para viajar en un bote pequeño. El almirante estaba en problemas sin un medio de transporte. Yo estaba caminando por cubierta por la zona de la popa. Me aproximaba a mi oficial ejecutivo y a mi oficial de armas, los cuales estaban en la baranda mirando hacia el otro barco. En el momento que me acerqué al XO, él levantó su brazo y dijo: “¿No sería grandioso ser capaces de calmar el mar?” Yo no sabía si él lo había dicho sólo para burlarse de mí, o si lo dijo en serio, pero en ese momento el Señor me dijo que lo hiciera-ordenar al mar y al viento que se calmaran. “Pero Señor,” yo dije. “¿Y si no pasa nada? Mis oficiales superiores pensarán que estoy loco y me lanzarán fuera por la borda.” Rápidamente el Señor respondió y dijo, “Yo lo haré si tú lo clamas en Mi nombre.” Yo argumenté dos veces más y el momento me pasó. Sentí que había decepcionado al Señor. Me sentí aplastado. Yo sé a esta fecha que si yo tuviera la fe para actuar sobre la revelación que el Señor me dio, algo asombroso hubiera pasado. Hasta esta fecha, todavía me imagino diciéndole al XO después de calmar el mar y el viento en el nombre de Jesucristo, “¡XO, dígale al capitán que tiene 5 horas con el almirante, ni un minuto más!” Pero el momento había pasado. Los otros dos oficiales se alejaron y me quedé solo en la baranda. En mi lamento le dije al Señor que si alguna vez me daba una revelación como esa otra vez, nunca volvería a caer en temor. Una segunda oportunidad Unas 5 horas más tarde, estaba de regreso observando sobre el puente. Para esta hora, habíamos elevado el ancla e íbamos hacia Creta. Una neblina nos había envuelto. Era tan espesa que no podíamos ver ni la proa. Silbatos para neblina sonaban según lo requieren las leyes internacionales e instalamos un hombre con una radio manual arriba en la proa para mantenerse en observación. En el mar, puede tomar millas de océano parar un barco y debido a que los radares pueden fallar, la neblina es una condición peligrosa aun en aguas abiertas. Sin embargo, todo estaba quieto sobre el puente. El cuidadero del estado a bordo, el “helmsman,” el “lee helmsman,” y los compañeros de mantenimiento de botes, ambos

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 19 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor estaban tranquilamente realizando sus labores y otros estaban conversando en voz baja. Yo estaba en la ventana del puente mirando con dificultad a través de la niebla cuando el Señor me dijo: “Paul, puedes levantar la neblina.” Yo estaba encantado. Justo aquí, yo había decepcionado al Señor hacía pocas horas en el astillero. Sentí maravilloso que Él me estaba dando otra oportunidad. Con una voz quieta e ininterrumpida, susurré a la ventana: “Dios, gracias por librarnos de la neblina.” Yo no había aprendido todavía a simplemente reclamar las cosas con la autoridad que Jesús ya nos ha dado a nosotros, así que para este tiempo, todavía le pedía a Dios que actuara según su revelación para mí. Pasaron algunos segundos. Nada sucedía. Luego Dios dijo: “Eso estuvo bien, Paul. Voy a hacerlo, pero quiero que lo digas de nuevo un poco más fuerte.” “No hay problema,” dije. Todavía era yo y la ventana del puente. Podía fácilmente subir unos decibeles sin exponerme a la tripulación. Traté de nuevo. “Dios, en el nombre de Jesucristo, gracias por librarnos de la neblina.” Esta vez sentí que el Señor me daba golpecitos en los hombros en la medida en que yo me daba cuenta que nada sucedió otra vez. “Eso estuvo bien otra vez, Paul, pero esta vez quiero que lo digas en voz tan fuerte que lo oigan todos en el puente.” Empecé a desfallecer en mi corazón. “Pero Señor…,” fue todo lo que pude decir antes que Él trajera a mi mente el voto que yo había hecho más temprano en el astillero-“Si Tú alguna vez me das una revelación como esa de nuevo, te prometo que no te fallaré.” Supe que tenía que gritarlo y la única manera de saber con certeza que era el Señor quien estaba respaldando esto fue hacerlo. Afuera, en la quietud de las labores del puente grité: “¡DIOS, EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, GRACIAS POR LIBRARNOS DE LA NEBLINA!” El puente se quedó callado. Súbitamente sentí como si tuviera un bulbo luminoso de 1000 Watts calentándome atrás de mi cuello. Todas las conversaciones cesaron. Me mantuve viendo afuera de la ventana, mi espalda hacia el resto del puente. Nada pasaba. En este punto, ¿Qué haces tú? Decidí que mejor me ponía a hacer mis labores como si nada. Con dificultad miré en la oscuridad hacia el repetidor de radar junto a mí y ví cómo daba una vuelta completa alrededor. Sólo unos dos o tres segundos habían pasado, pero parecía una eternidad. El observador de a bordo fue el primero en gritar: “¡Wow!” Miré hacia arriba para ver cómo la neblina era levantada totalmente del barco. De hecho, se había despejado completamente unas 5 millas alrededor del barco, formando un círculo perfecto. Todos estábamos sorprendidos. La niebla permaneció como una pared a unas 5 millas hacia fuera en todas direcciones por unos 45 minutos. El momento que dejé el puente terminando mi turno de observación, la neblina cayó otra vez sobre el barco y permaneció por varias horas más.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 20 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Dejemos que el Señor levante la neblina Creo que el Señor quiere levantar la neblina en todos y cada uno de los de Su pueblo. Creo que Él quiere enseñar a cada uno cómo estar seguro acerca de Su voz para ellos. Él lo hizo con Samuel cuando era un jovencito aprendiendo a ministrar delante del Señor en el templo. Creo que Él lo hará contigo para que tú aprendas a oír Su voz-cómo suena en tu espíritu. Será en forma diferente a cómo lo ha sido para mí, así cómo para Samuel fue diferente de cómo fue para Moisés, para Pablo, el apóstol Juan y para aquel “cierto discípulo,” Ananías. Tú no eres menos importante para el Señor. Creo que el deseo del Señor de comunicarse contigo no es sólo el anhelo de tu corazón, sino el de Él también. Es mi oración que este libro pueda en alguna forma ayudarte a obtener el gozo de escuchar, confiar y obedecer a la voz del Maestro. Este es el tesoro que el salmista valora tan enfáticamente en el Salmo 119 al cantar: Pues tus testimonios son mis delicias Y mis consejeros. (v.24) Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar. (v. 49) Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado. (v. 59) Mejor me es la ley de tu boca Que millones de oro y plata. (v. 72) ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. (v. 103) Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. (v. 105) Recuerda: El Señor está más ansioso de platicar contigo de lo que estás tú de platicar con Él. Te llevará a una relación más profunda y Su forma será diferente respecto a otros puesto que tú eres único para Él. He usado mis ejemplos sólo como ilustraciones de cómo el Señor trabaja conmigo. Dios tiene un programa personal de entrenamiento para ti, así que no te preocupes si las experiencias de otro no son las mismas tuyas. Ora para que tu seas capaz de escribir un libro mucho mejor que este, compartiendo cómo el Señor trabaja contigo.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 21 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Capítulo 2 Cómo el señor puede edificar Su iglesia a través de ti Antes de investigar cómo el Señor puede trabajar a través de ti para edificar Su iglesia, hagamos una mirada acerca de cómo lo hizo con Sus discípulos. A menudo los siguientes versículos han sido visualizados para decir que Cristo edifica Su iglesia, y por supuesto eso es cierto. Pero hay una verdad aun mayor respecto a Su método de edificar, el cual se vuelve manifiesto en el contexto. Mateo 16:13-17 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. ¡Buen trabajo Pedro! El Señor alabó a Pedro por su repuesta ya que la recibió por revelación del Padre. Dios quiere dar revelación a Sus hijos-después de todo, tres de las nueve manifestaciones del don del Espíritu Santo listadas en I Corintios 12 son concernientes a recibir revelación (palabra de conocimiento, palabra de sabiduría, y discernimiento de espíritus). Revelación suena como algo muy grande, pero Dios nunca planeó que así fuera. Tal como cualquier padre, Él quiere hablar con Sus hijos abiertamente y muy a menudo. Pedro estaba aprendiendo cómo era esto, quizás por primera vez. Cristo enseña la estrategia para edificar la iglesia Luego Jesús dijo algo en el contexto de escuchar la revelación del Padre. El delineó un plan sorprendente para la futura construcción de la iglesia a lo largo y ancho del mundo. Mateo 16:18-19 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no permanecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 22 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Aunque a Jesús se le reconoce como la Roca en I Corintios 10:4, ni Su identidad ni el aspecto de roca de Su carácter, son mencionados en este discurso para Pedro. El pensamiento que Jesús le está mostrando a Pedro en estos versículos de Mateo, no se refiere a Sí mismo como una roca, sino a la revelación de lo alto-un ejemplo de lo cual acababa de ser recibido por Pedro; o sea que la revelación es lo que va a ser la roca a través de la cual la iglesia va a ser edificada. Jesús está hablando acerca de recibir revelación. Es a través de revelación como ésta que el Padre le acaba de dar a Pedro, que el Señor construirá su iglesia día tras día. Tú y yo no somos lo suficientemente listos para imaginarnos cómo edificar Su iglesia. Necesitamos revelación para mantenernos alejados de nuestro astuto y maligno enemigo, satanás4. Caminar en el espíritu es un caminar por revelación, y así es cómo el Señor estableció que Él edificaría Su iglesia. Juan 15:5-8 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Él que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras [rhema, es decir la revelación de Jesús para ti que viene a medida que tú pases tiempo con Él a la mesa] permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Juan 15:5 establece claramente que sin Cristo no podemos hacer nada. Ninguna cosa podemos hacer sin Jesús. Esto significa que no podemos ni ministrar, ni hacer un trabajo, sanar u operar ningún trabajo para Él, el cual será aceptable. Su fuego, a menos que provenga por revelación suya, lo consumirá. La forma en la cual la información viene a nosotros es por revelación de Él. Tal como dice el viejo refrán, “no salgas de casa sin ello.” Una iglesia edificada día a día por revelación es una iglesia contra la cual las puertas del infierno no prevalecerán. Yo anhelo una iglesia así. También debes desear una así tú. Tal iglesia viene al caminar por revelación. Herramientas para el trabajo Mateo 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Atar y desatar son parte del equipo de herramientas para edificar Su iglesia. Atar se refiere tanto a atarnos a nosotros mismos a las cosas de Dios, así como a atar malos espíritus, poderes y potestades de maldad en los lugares altos, en cuanto a sus 4Efesios 6:11-12-Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

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