Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 102 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor multitudes de creyentes al Señor. Después de esto, multitudes de creyentes, tanto hombres como mujeres, trajeron su enfermo para ser sanado. Otras multitudes provenientes de las ciudades vecinas también trajeron sus enfermos y los afligidos por demonios (molestadosxix por espíritus inmundos) para que los sanara. ¿No es lógico presumir que muchos de esta multitud adicional de personas de las ciudades y ésos que ellos trajeron también eran creyentes? Permíteme hacer una pregunta. ¿Se enferman los cristianos actualmente? Si ellos aún se enferman hoy a pesar del hecho que Jesús pagó por su enfermedad, y los sanó por Sus llagas; debe haber algo más al recibir sanidad que simplemente el hecho de ser sanados, ya sea 1) Algo que ocurrirá automáticamente al nuevo nacimiento (lo que por cierto frecuentemente es así, pero no siempre), o 2) Que no sea la voluntad de Dios que sea sanado (lo qué es una violación clara de la declaración de III Juan 2, de que es la voluntad de Dios que todas las personas sean prosperadas en todo y tengan salud así como sus almas prosperen). Así como la enfermedad no se ha marchado de entre la iglesia cristiana, tampoco la demonización de los creyentes tampoco se ha marchado. La victoria sobre ambos debe exigirse con la autoridad exousia dada a la iglesia y recibida por la fe en Jesucristo. El argumento de que los creyentes no pueden ser demonizados hoy en día tiene tanto sentido Bíblico como decir que los creyentes nunca pueden enfermarsexx. Adquiriendo balance El campo de la demonología en la iglesia hoy en día recibe ya sea muy poco énfasis como en el caso de muchas iglesias afligidas hoy en día o puede dársele demasiado énfasis, sobre todo durante la curva de aprendizaje inicial cuando el asunto parece repulsivamente agobiante. Pero recuerda, Oseas 4:6 dice que el pueblo de Dios es destruido por falta de conocimiento. La instrucción del apóstol Pablo en Efesios trae el balance correcto–no se debe ni minimizar ni superestimar la seriedad de este problema. Efesios 6:10-13 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. El día malo ya está aquí. Satanás y sus demonios tienen muchos más años de experiencia atacando a través de los agujeros de pecado, falta de santidad, maldiciones generacionales, etc. en la armadura del creyente, que la experiencia que tú o yo tenemos demandando la sangre de Jesús. Claramente es el trabajo del creyente individual crecer y aprender a tapar estos agujeros bajo la instrucción y tutelaje del Señor y el compañerismo de los santos.

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