Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 84 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor entonces reafirmó el pacto entre ellos con las palabras: "Lo que deseare tu alma, lo haré por ti” (I Samuel 20:4). Finalmente, Jonatán subrayó su compromiso con David diciendo que aun cuando la bendición de Dios estuviera alejada de su padre Saúl, y aun cuando el Señor cortara a todos los enemigos de David (incluso a Saúl), todavía el pacto de caballeros iba a prevalecer entre ellos dos; y que la voluntad del Señor debía cumplirse aun en contra de la voluntad de su padre. Jonatán amaba a David como él amaba su propia alma (I Samuel 20:12-17). La comunicación final entre Jonatán y David fue la revelación de que Saúl todavía quería matar a David, a través del signo de un tiro de una flecha. Jonatán le dijo a David que huyera por su bien. Ellos lloraron juntos y confirmaron su compromiso mutuo ante el Señor (I Samuel 20:18-42). ¿Por qué es importante esto? Los mejores amigos se comunican entre sí con todo su corazón. Sus almas se entrelazan. Así debe nuestra alma enlazarse con nuestro mejor amigo, Jesucristo, quien también ansía compartir su corazón con nosotros. Jonatán se resistió a su familia para honrar el pacto con su amigo. Nuestra familia es importante, pero Jesús es nuestro mejor amigo, y ha pactado con nosotros, por Su sangre, para toda la eternidad. Jesús se comunica con nosotros por medio del maná de Su revelación, Su palabra rhema; y nosotros necesitamos Su maná diariamente para poder crecer en nuestra relación con Él. ¡Cuán maravilloso amigo que Él es! Nos comunica las cosas profundas de Su corazón por medio de Su Espíritu en nuestro espíritu. Él es nuestro Amo Maestro y nuestro Amigo más íntimo. Él nos ha dado todo que tenemos, incluyendo Su manto de rectitud y las armas para la batalla en el reino del espíritu. Él es nuestro Señor, nuestro Salvador y nuestro mejor Amigo. ¡Qué amigo tenemos nosotros en Jesús! ¡Qué tesoro es oír Su voz! Recuerda: La primera parte de este capítulo relató la historia del hombre viejo que protegió al muchacho aterrado en el callejón. Sentimos la magnitud imponente del sacrificio de nuestro Dios Padre entregando a Su único Hijo engendrado en nuestro lugar. Él no consintió en ir por ninguna otra razón, sino que porque el Padre se lo pidió, y porque Él nos amó. Al hacer eso, Él hizo posible que seamos amigos y no simplemente sirvientes. Tal como Jonatán, Jesús también nos dio Su armadura-la armadura espiritual. Nos dio Su manto de rectitud. Él pactó con nosotros por Su sangre. Hay una canción maravillosa que declara, "Cuando Él estaba en la cruz, yo estaba en Su mente." Tú siempre estás en la mente de Jesús. Cuánto anhela Él tu compañía y tu amistad expresada en pasar tiempo con Él cenando a Su mesa en Su santuario. ¿No tomarás el tiempo para cenar con Él hoy?

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