Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 74 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Poca revelación no agrada a de Dios Sin fe, es imposible agradar a Dios. Piensa sobre esto por un momento – sin fe, no podemos agradar a Dios, ni un poco. Hebreos 11:6 (RV 1960) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que él es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6 (NVI) En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Lo diré de nuevo: Sin fe, es imposible de agradar a Dios. Nota que aparte de la revelación, la fe referida en este verso es imposible. ¡El asunto de la fe es fácil cuando la relación personal e íntima con el Señor es una evento diario! Dios premia a aquellos que diligentemente lo buscan. ¿Cómo los premia Él? En muchas formas que son quizás demasiado numerosas para comprenderlas completamente. Pero incluidas entre ellas están los galardones para aquellos que diligentemente lo buscan; quiénes reciben y actúan en el maná de la revelación. Esto agrada a Dios. Tener fe en las palabras del Señor para ti personalmente es la parte fácil. Permanecer diligentemente alimentándonos de Su mesa es la parte que nosotros tendemos a descuidar. Si no hay ninguna revelación, habrá ningún ejercicio de fe. Si no hay ninguna revelación, no habrá ningún agradándolo por consiguiente. ¡Viva Noé! Noé nunca tuvo Escrituras para leer mientras aprendía a confiar en la voz del Señor. Dios le dijo a Noé por voz en su espíritu que construyera el arca en anticipación al diluvio universal. Hebreos 11:7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. ¡Noé tenía fe en la voz susurrante, quieta, del Señor-120 valientes años de fe! Él encontró gracia en los ojos de Dios porque él aprendió a oír, cultivar y practicar el arte de escuchar a y obedecer la voz de Jesús. Este tipo de dependencia se levanta del hambre y deseo, no por casualidad. ¡Viva Abraham! Abraham no era ningún novicio tampoco en cuanto a oír revelación. Ponte en sus zapatos y tal vez tengas una percepción remota acerca de la magnitud de su confianza en oír la voz del Señor hablándole.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==