Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 34 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor que Jesús hable en tu espíritu será totalmente diferente de lo que tu puedes pensar por tu propia cuenta. Pero la "voz" viene a través de tu propio ego, de lo profundo dentro de tu espíritu7, y tiene que transmitirse finalmente en tu cerebro a través de la misma colección de células del cerebro que tus propios pensamientos utilizan. Consecuentemente, las palabras del Señor tienen a menudo un "tono de voz" similar a tus propios pensamientos, siendo más difícil de distinguir que si las mismas palabras vinieran de la persona que se sienta al lado tuyo. Elías las oyó como un "susurro apacible," y ésta es una buena descripción tal como tú nunca encontrarás. La pequeña voz interior del Señor, nos sonará de tono diferente a ti y a mí. Pero nunca contradecirá la Palabra escrita de Dios, y siempre será confirmada por el testigo espiritual interior dentro de ti. Estos dos son tu cheque y balance. El Señor trabajará individualmente contigo para enseñarte cómo oír Su voz. ¡Él es el que quiere que tú lo oigas! A menudo, los cristianos intentan inútilmente comparar sus experiencias con las experiencias de otros, sobre todo en esta área de oír hablar el Señor con ellos. Yo les aconsejo a los creyentes que se olviden de sus deseos y simplemente disfruten alabando y rindiéndole culto al Señor. Él hablará cuando Él esté listo, y lo hará cuando nosotros le hayamos rendido nuestro orgullo intelectual a Él con respecto a la manera en que pensamos que Él debe obrar. El Señor no puede penetrar dentro de un cerebro ruidoso y lleno de ansiedad. ¡Él está contento de escuchar tus problemas, pero los que oran sólo sus problemas casi nunca son los que le alaban con victoria! Él está contento de escuchar nuestras preguntas honestas, pero no lo estará escuchando nuestro intelectualismo acerca de las doctrinas religiosas, más de lo que Él estaba contento escuchando a los fariseos que pensaban que sabían todo. Permitirle al Señor comunicarse con nosotros se basa en la confianza mutua, y no en nuestra propia doctrina. El Salmo 100 nos dice que entremos por Sus puertas con acción de gracias, por Sus Atrios con alabanza, no dando puntapié a las puertas con ansiedad e incredulidad. ¿Si nosotros desalentamos al Espíritu del Señor intelectualmente de hablar con nosotros acerca del fuego de Su corazón, cómo conseguiremos conocerlo personalmente? Tú no me conoces personalmente por el libro que yo escribo, aunque intelectualmente sabes mucho de mí. Llegamos a tener y construir una relación con otras personas hablando con ellas y oyéndoles hablar de su pasado. De la misma forma, tenemos y construimos una relación personal con el Señor. Si todo lo que podemos proclamar, en el día del juicio, es que teníamos un conocimiento intelectual del Señor, entonces el mensaje de Mateo 7 es que nosotros tristemente aprenderemos que éramos inicuos que sacrificábamos como Caín, en lugar de ser conducidos por Su Espíritu para sacrificar como Abel. 7Juan 7:37-39-En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==