Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 120 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Capítulo 12 Diez lecciones del Espíritu Santo Una tarde durante la preparación de este libro, el Señor estaba poniendo una gran hambre en mi corazón por conocer la persona del Espíritu Santo. Durante una llamada telefónica, un hermano en Cristo profetizó que el Espíritu Santo deseaba enseñarme muchas grandes cosas y que yo iba a pasar mucho más tiempo en mi lugar secreto, un lugar secreto en mi espíritu, para aprender de Él. Era claro que yo necesitaba pasar mucho más tiempo allí, de lo que lo había estado haciendo últimamente. Después de la llamada telefónica, inmediatamente le pregunté al Espíritu Santo donde Él quería físicamente que yo fuera para encontrar este lugar santo; y Él dijo que justo allí en el piso de mi dormitorio donde yo estaba en ese momento funciaría bastante bien. Caí en mis rodillas, mi cara hacia el piso. Comencé alabando a Dios, y poco después, el Espíritu Santo comenzó a hablar en mi espíritu. Comenzó a reprobarme con palabras que serían muy puntuales y agudas para ser escuchadas con mis oídos, pero que en el reino del espíritu era un deleite el recibirlas. Me dijo que dejara de desobedecer en mi corazón y comenzara a confiar plenamente en Él. Áreas de desconfianza vinieron a mi mente tales como que yo había estado resistiendo Su poder sobre mí debido a mis prejuicios pasados y enseñanzas con respecto al poder y manifestaciones del Espíritu Santo, particularmente durante estos tiempos finales. A la mañana siguiente en mi oficina, de nuevo caí sobre mis rodillas par adorar como usualmente lo hago para comenzar el día. Al postrarme, el Espíritu me dijo que primero ungiera la oficina con aceite. Volviendo a arrodillarme después de haberlo hecho, me dijo en mi espíritu que Él es el siervo del Rey, y que Él está aquí para hacer la voluntad del Rey (Jesucristo). Que por lo tanto, Él estaba allí para ayudarme a aprender y recibir todas las cosas que el Rey tenía preparadas para mí. Aquí están Sus palabras para mí esa mañana. Él procedió a darme diez lecciones. Lección I “Para que yo pueda trabajar (en ti), debe ser por medio de unir tu (propia) voluntad a la Mía. Yo trabajo en el reino del espíritu, y para que trabajes allí también, tu voluntad deberá estar unida a la Mía. Entonces, todas las promesas del Rey podrán ser hechas realidad.” “Paul, debemos pasar mucho tiempo juntos. Mientras más labores en el espíritu conmigo, más realizarás para el Rey.”

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