Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 121 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Entonces, el Espíritu Santo me dijo que escribiera estas cosas. Ellas fueron dichas y recibidas de una manera tan dulce en mi espíritu que es muy difícil poderlas articular en papel. Lección II “Soy Santo, y soy Espíritu. No puedo ser otro. Doy vida, fortaleza y poder a todos los que preguntan por ello, quienes rinden su voluntad al Rey. Yo soy un sirviente. Aquellos que desean servir, lo harán a través de Mí. No seas frívolo conmigo, o tomes Mi trabajo ligeramente. Estoy en serio y comprometido a llevar a cabo la voluntad del Rey. A este punto, me arrepentí de haber echo a un lado al Espíritu Santo a veces, a lo cual Él respondió que mi arrepentimiento era la marca de un siervo del Rey. “El corazón de un siervo está siempre y únicamente para servir al Rey con determinación y perseverancia. Nunca desistir de llevar a cabo la voluntad del Rey.” Lección III “Los verdaderos siervos son guerreros. Ellos están dispuestos a resistir firmemente. Siempre están concientes de su misión. No te sorprendas cuando seas llamado a hacer lo que te parece imposible. Recuerda, yo soy Tu consiervo puesto que el Rey Me ha enviado a ti. Lo que (revelación del Señor) parece imposible en el reino físico no solamente es posible, sino que es la voluntad de Él, quien gobierna en el universo. Por lo tanto, nunca dudes de Su voluntad cuando tú sepas cual es. Mi trabajo es ayudar a los siervos del Señor a llevarla a cabo. Así qué seas un siervo que se rehúsa a rendirse.” Lección IV “Ningún guerrero puede pelear si él no confía en su Maestro. Confía en Mí completamente porque yo trabajo en fidelidad. Recuerda, cuando tu voluntad se separa de la Mía, no puedo trabajar. Así que no me deseches fallando en confiar en Mí. Nada te pasará que yo no conozca y lo haya permitido de antemano.” Lección V Entre cada lección, me di cuenta que necesitaba una fresca unción energizadora del Espíritu, y que para obtenerla debía volver a mis rodillas y descansar un poco antes de sentarme y volver a escribir. No hay voluntad del yo en los cielos. Todos los ojos, todos los corazones y todas las voluntades están dirigidas hacia el Rey de reyes. Éste es gran gozo. Todos adoran y sirven al Rey con gozo. No hay lugar para la voluntad del yo.” Lección VI “Mi carne es hacer la voluntad de Él, quien me envió. Al comer esta carne, encontrarás tu sustento. Comiendo de Él, discerniendo y luego haciendo la voluntad del Rey, estarás comiendo de Su mesa. Esto causará que tú crezcas en tu espíritu.”

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