Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 109 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. La revelación del Señor en tiempos de angustia es muy reconfortante, y Dios no es corto para dar palabras. Pero el rehusarse a buscar a Él para obtener maná revelado, diferencia a los como Aarón de los como Moisés de hoy en día. El Señor tiene Su camino para cada individuo, y debemos aprender a confiar en Él. Aarón pudo haberlo preguntado para que le ayudara a lidiar con las quejas del pueblo. Pero en vez de eso, Aarón determinó que él podía llenar la necesidad y mostrar otro camino al pueblo. La falta de confianza en el camino revelado por el Señor, con respecto a algo específico, fue rápidamente sustituida por la autosuficiencia carnal, obviamente con la ayuda de espíritus malignos. ¿Los dioses de Egipto trajeron a liberación a Israel, o fue la obediencia de un hombre al maná revelado del camino de Dios, lo que lo logró? No hay duda alguna de que el camino del Señor es la manera de escuchar y obedecer las palabras que salen de Su boca. Lo que NO es el camino del Señor La referencia de Moisés recibiendo los diez mandamientos de Dios es un testimonio maravilloso de lo que es el camino del Señor. Mientras él estaba en el monte, Moisés recibió revelación acerca de la idolatría pasando entre el pueblo. Aquí vemos lo que no es el camino del Señor. Éxodo 32:1, 7-8 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Revelación del Señor está bien consolando cuando viene en tiempos de tristeza o dificultad, y a Dios no le faltan las palabras para darnos. Pero un rechazo a buscar al Señor para obtener nuestra revelación-maná les distingue a los como Aarón de los como Moisés de este mundo. El Señor tiene Su camino para cada uno de nosotros, y debemos buscar para aprenderlo y depender de él. Aarón pudiera haber pedido la ayuda del Señor para aprender cómo afrontar las quejas del pueblo. Pero él determinó que pudiera llenar la necesidad y mostrar al pueblo otro camino. La falta de dependencia del camino de revelación-maná del Señor por la situación corriente fue reemplazada por una autodependencia carnal con el apoyo obvio de unos espíritus malignos.

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