Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 93 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor guerra para tomar la tierra prometida, no puedo pensar en cualquier otra guerra en la historia que no haya sido incentivada a través del orgullo demoníaco. Como indica Proverbios 13:10, “sólo por orgullo viene la contienda.” El orgullo bloquea el recibo de la revelación del Señor. I Pedro 5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios Y da gracia a los humildes. Los verdaderos adoradores del Señor son humildes. Si un individuo quiere desarrollar un manto de humildad, deberá ser sabio en primero desarrollar un manto de alabanza. El rey David es un ejemplo vívido de un hombre humilde. Sus salmos son un ejemplo imponente del corazón de un adorador, incluso en medio del tumulto. ¡Éste es el mismo hombre que fue llamado un hombre según el propio corazón de Dios! Verdaderamente, él pecó penosamente en hacer que Urías muriera ya que él había caído en adulterio con su esposa. Permitió que su carne lo venciera y fue severamente castigado. Sin embargo, su corazón siempre retornó a postrarse y humillarse en adoración. La idolatría La idolatría y la revelación de Dios van juntas como un cubo lleno de hielo en un día caliente en el desierto. Ellos jamás se encuentran juntos. Pero un cristiano que permanece engañado adquiere ídolos en su corazón. Cualquier cosa colocada antes que Dios, ya sea una supuesta revelación, un probable compañero matrimonial, un trabajo u otras cosas mundanas impedirá que la persona logre un asiento a la mesa de la cena del Señor. A veces el Señor luchará a su manera así como Él hizo con Balaam, y otras veces Él dará testimonio de alguien que no podría ser alcanzado de ninguna otra manera, como con el apóstol Pablo. Pero la idolatría no es autorizada como atavío para cenar con el Señor. Hay una interesante progresión de la decepción hacia la idolatría. ¡Dios les dará una revelación falsa a aquellos que persisten en sus ídolos! Dios es capaz de acomodar la idolatría de uno, dándole una respuesta consistente con sus deseos. El final de tal acción idolátrica es ser cortado del pueblo de Dios. Uno podría presumir que esto sólo pertenece al Israel del Antiguo Testamento. Sin embargo, muchas personas hoy comparten tales decepciones. Malaquías 3:6 declara: "Yo soy el Señor, y yo no cambio." Ezequiel 14:4-9 Háblales, por tanto, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus ídolos, para tomar a la casa de Israel por el corazón, ya que se han apartado de mí todos ellos por sus ídolos. Por tanto, dí a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==