Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 52 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Jesús, a través de Su muerte y resurrección, proveyó los medios para que oigamos Su revelación para el pueblo de Dios. Él dramatizó el mensaje usando numerosas comparaciones con la comida física, enseñándoselo tanto a los fariseos como a Sus discípulos. Después de Su muerte y resurrección, estableció el oír Su voz por revelación, para todo Su pueblo No todos tienen hambre Tristemente, no cada creyente en Cristo tiene hambre para oír este mensaje. En Juan capítulo 6 por ejemplo, muchos de Sus discípulos ya no caminaron con Jesús cuando Él se los enseñó. Juan 6:60-66 Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿Quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo. ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Cada cristiano haría bien en hacerse la misma pregunta que Jesús les hizo a Sus discípulos, "¿Esto os ofende?” Ofender (skandalizo en griego) quiere decir molestar, ofender, excitar sentimientos de repugnancia, susto o ser causa para tropezar. La misma pregunta aún es pertinente hoy. Nuestras carnes siempre se resistirán al mensaje de este libro. El mensaje todavía es ofensivo a algunas personas hoy en día. Las palabras que Jesús habló entonces eran palabras inspiradas, rhema. La revelación que Él habla hoy en día a tu espíritu también es rhema. Algunos cristianos se ofenden que otros oigan que cosas habla el Señor hoy. Éste es el mismo asunto que separó a los adultos de los jóvenes incluso entre los discípulos en los días de Jesús. Todavía está ocurriendo eso ahora. ¿Te ofendes por la necesidad de oír Su voz o te sientes bendecido y ávido de buscar Su rostro y oír lo que Él tiene que decirte específicamente? ¿Te sientes bendecido de que otros hermanos y hermanas estén aprendiendo a pasar tiempo en Su presencia y ser ovejas que oyen Su voz, o te fastidia la idea como lo hizo con los fariseos? Hay muchos cristianos nacidos de nuevo, hoy en día, quiénes se alejarán del mismo concepto de oír la revelación diaria de su Señor y Salvador. Pero las palabras rhema de Él son espíritu y son vida. No son opcionales para el camino cristiano.

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