Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 50 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Juan 6:51-58 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. Nueve ilustraciones con una verdad El versículo 51 del Evangelio de Juan elabora más allá acerca de la naturaleza de este pan, declarándolo también como la carne de Jesús. Así, con una multitud de imágenes describe una sola realidad espiritual, Jesús pintó la necesidad de Su revelación diaria para Su pueblo como: 1. el maná (Mateo 4:4; Juan 6:32-35; 48-51, 58) 2. el pan del cielo (Juan 6:30-35; 48-51, 58) 3. la carne (Juan 6:51) 4. carne (Juan 6:27; 55) 5. aquello que causa la satisfacción tanto del hambre como de la sed (Juan 6:35) 6. sangre (Juan 6:53-55) Como se mostró antes en Juan 14 y 15, éstos son conceptos equivalentes a: 7. habitar en Él (Juan 15:4) 8. morar en Él (Juan 15:17) 9. cenando a Su mesa (Apocalipsis 3:20). Es significativo cómo Jesús enseñó el principio de recibir diariamente Su revelación usando las nueve ilustraciones pormenorizadas anteriormente. El número nueve a menudo es Bíblicamente significativo como un número asociado con el juicio del hombre y todas sus obras. Marca una integridad, un fin, una consumación y una finalidad de todos los logros del hombreix. Venciendo en esta área específica de aprender a recibir y obedecer la revelación del Señor no sólo cenando a Su mesa resulta no sólo en vida eterna como se notó en los

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