Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 28 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor de recibir la revelación del Señor. ¡Que tremenda analogía Él nos dio a través del apóstol Juan para mostrar la clase de relación a que nos está invitando que tengamos con Él! En el versículo 21, Jesús establece que para aquel que vence, Él le concederá sentarse con Él en Su trono. ¡Wow! ¡Qué increíble oportunidad para nosotros de gozarnos; qué privilegio sería sentarse con Él en Su trono! Nota el contexto-este privilegio se extiende a aquellos que aprenden a cenar con Él en Su mesa. Él compañerismo con Él a Su mesa es el antídoto para la tibieza de la iglesia. El versículo 22 subraya la importancia de cenar en íntima comunión con Él, al decir que si tenemos oídos, que prestemos atención a Su mensaje. Es lo que el Espíritu le dice a las iglesias. Este mensaje es para toda la iglesia de Jesucristo; es para cada miembro del Cuerpo de Cristo. Es decir que es para ti y para mí-si elegimos comer a Su mesa, lo cual sucede si nosotros elegimos abrir la puerta. Y Él siempre está tocando. Conversación de cenar Ahora, hablemos de lo que pasa al cenar. Comemos para nutrirnos. También para socializar con los amigos y con la familia. Dios nos diseñó para ser bendecidos tanto física como mentalmente el compartir el pan juntos. Jesús extendió estos beneficios al reino del espiritú. Él agregó al menos dos beneficios más de Sí mismo. Cuando una persona cena con Él, no solamente tiene mayor intimidad, compañerismo y más confianza en Él (lo que realmente hace maravillas en nuestra fortaleza y confianza espiritual), sino que Él comparte Su corazón. Al hacerlo, Él provee la revelación que necesitamos para poder funcionar durante el curso del día. Retrocedamos un versículo y hagámonos una pregunta lógica. En el versículo 19, dice que Jesús a quien ama reprende y castiga. ¿Cómo lo hace? La respuesta es sencilla. A menudo, Él lo hace con palabras. Las palabras son el instrumento de poder espiritual. Las palabras son uno de los medios principales a través de los cuales se transmite el poder espiritual. Nosotros, como creyentes en Cristo, que somos parte de su Cuerpo, nos apropiamos de la autoridad que Jesús nos da, por medio de palabras. Todo ser espiritual habla en palabras. Jesús habla en palabras. Tanto el Padre como el Espíritu Santo, hablan en palabras. Ángeles y ángeles caídos (demonios, es decir espíritus malignos), hablan palabras. Las palabras pueden edificar la fe (Romanos 10:17) y pueden hechizarnos y esclavizarnos (Hechos 8:5-13). Déjame ilustrar. Cuando Dios creó los cielos y la tierra, ¿Cómo lo hizo? Él habló y la cosas llegaron a ser. Cuando un cristiano reprende a un demonio o ministra sanidad a otra persona, usa palabras, es decir órdenes en el reino del espiritú. Es un tremendo privilegio y responsabilidad tener una boca para hablar palabras ante las cuales los ángeles o los demonios ya responden. Los ángeles son espíritus ministradores enviados para servir a aquellos que son los herederos de la salvación, de acuerdo a Hebreos 1:14. Su servicio incluye el llevar a cabo las palabras de fe habladas por los creyentes. Los demonios hacen lo contrario, respondiendo a las maldiciones dichas por las personas (incluyendo creyentes). Las palabras de maldición a menudo les dan autoridad legal a los demonios para llevar a cabo

RkJQdWJsaXNoZXIy MTU1OTMyMg==