Cenando a la mesa del Maestro

� Copyright 1997, 2006 - Paul D. Norcross Todos los derechos reservados. Permision granted to freely copy en Espanol if copied in the entirety. Also Publicado a www.KingdomFaithMinistries.Org . 54 Cenando a la mesa del Maestro: Aprendiendo a oír la voz del Señor Capítulo 6 Comiendo el pan de vida: Cómo ministrar al Señor Mi corazón siempre ha respondido con gozo a las palabras del famoso himno A solas con Jesús: A solas al huerto yo voy, Cuando duerme aún la floresta; Y en quietud y paz con Jesús estoy Oyendo absorto allí Su voz. CORO: Él conmigo está, puedo oír Su voz, Y que suyo dice seré; Y el encanto que hallo en Él allí, Con nadie tener podré. Tan dulce es la voz del Señor, Que las aves guardan silencio, Y tan sólo se oye esa voz de amor, Que inmensa paz al alma da. Con Él encantado yo estoy, Aunque en torno lleguen las sombras; Mas me ordena a ir que a escuchar yo voy Su voz doquier la pena esté. xi Nadie puede traer a otra persona al jardín (el himno en inglés usa la palabra jardín en cambio de huerto) espiritual, "mi lugar secreto" como Dwight Moody lo llamó. Pero una vez allí, el Espíritu Santo les guiará a ellos a la presencia del Señor. Jesús quiso ir al jardín físico, incluso sabiendo lo que había por delante para que así también pudiéramos venir al jardín espiritual con Él. Una vez uno oye la voz del Señor en el jardín de su corazón, se vuelve el lugar más deseable para quedarse; un refrescamiento para el alma, y un fortaleciendo para la obra por delante. Es en este contexto que la promesa de Jeremías 33:3, y el ejemplo de Moisés, Aarón y Samuel nos atraen a una hambre más profunda de escuchar de Él.

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